Es la superposición la que brinda la posibilidad de hacer caber lo múltiple en el sitio que bien podría ser propiedad de lo único. Así es que, donde intencionadamente se superponen los objetos, se vela en primera medida por la economía, ya sea espacial, matérica, o de cualquier otro tipo de recurso.
Lo que se superpone se concibe como individual y a su vez como múltiple, su estructura es particular, pero a la vez soporta en sí misma otra estructura, el peso o el valor de otro. Lo superpuesto es también lo compartido.